lunes, 16 de noviembre de 2015

LA ADOLESCENCIA


Todos sabemos que la adolescencia es una edad difícil, los que la atravesamos, los que la están atravesando y sobre todo… los padres de los jòvenes.




Finalmente el adolescente pasa por un periodo fundamental llamado de  identidad, el cual es un poco desafiante y por sobre todo mientras se define se reencuentra asì mismo. Algunos de èstos aceptan los cambios e identifican una meta o plan para las etapas de su vida, mientras que para otros estas vivencias se convierten en una lucha, pues tienen dificultades para entender los cambios que experimentan sus cuerpos o aùn no han alcanzado el sentido de la identidad propia que le permiten avanzar, èsto es lo que los padres deben tomar en cuenta para ayudarlos a sobrellevarla.

El término adolescencia se deriva de la palabra adolescere, que significa crecer o desarrollarse hacia la madurez. Sociológicamente, es el período de transición que media entre la niñez dependiente y la edad adulta y autónoma; mientras que cronológicamente es el lapso entre los 12 ó 13 años, hasta alrededor de la mitad de la tercera década, con grandes variaciones individuales y culturales. Es muy sabido que tiende a iniciarse antes en las niñas que en los niños.  

Este periodo está formado por  continuos cambios, que vienen dados por la pubertad, que serían las modificaciones fisiológicas que se producen (madurez sexual sobre todo), la pubertad sería un acto dado por la naturaleza mientras que la adolescencia es más bien un acto cultural, el modo en que se afronta depende de la civilización en la que se estudie. 
En algunos casos el adolescente debe enfrentar el mundo de los adultos, para el que no está del todo preparado, y desprenderse de su mundo infantil; para lo cual realiza tres pasos fundamentales: 

a) duelo por el cuerpo infantil perdido (cambios que se le presentan como externos y ante los cuales es impotente) 
b) duelo por el rol e identidad infantiles (renuncia obligada a la dependencia y asunción de responsabilidades que desconoce) 
c) duelo por los padres de la infancia 

Anna Freud, hija de Sigmund Freud plantea que en la adolescencia el equilibrio psíquico es perturbado por los cambios inevitables causados por el desarrollo, ya que la maduración obliga a nuevas adaptaciones. 
Jean Piaget dice que psicológicamente, la adolescencia es la edad en la que el individuo se integra dentro de la sociedad de los adultos. Involucra cambios intelectuales muy profundos. Involucra cambios intelectuales muy profundos. 
La relación entre padres y adolescentes se vuelve un problema y es porque en el adulto asimismo se producen cosas. También los padres deben hacer el duelo por el cuerpo del hijo pequeño, su identidad de niño y su dependencia infantil. La confrontación se hace dolorosa si el adulto no es consciente de sus problemas ante el adolescente. Por otra parte los padres tienen dificultades para aceptar el crecimiento del o de la joven: éste los enfrenta con sus propios conflictos, con la pérdida de su imagen ante el hijo: ya no es ídolo, sino criticado. Los logros del chico lo ponen frente a la necesidad de evaluar sus propias realizaciones y fracasos, el adulto se ve desafiado y agredido y tiende a reaccionar sólo con un refuerzo de la autoridad. 
El adolescente tiene tres exigencias de libertad: salidas y horarios, defender una ideología y vivir un amor y un trabajo. Cuando los padres lo único que pueden hacer es restringir las salidas y “cortarle lo víveres” (dinero), es porque que algo ya vino mal desde antes. Los chicos se dan cuenta de que al controlar el tiempo les están controlando su mundo interno, su crecimiento y desprendimiento. Es preciso que se haya instaurado un espacio de diálogo que ayude al adolescente a lograr sus conquistas en los planos de la ideología y del amor. Otorgar libertad no significa dejar de lado todos los límites (abandono & permisividad)
Libertad con límites= cuidado, cautela,  pero por sobre todo DIÀLOGO. 



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