miércoles, 2 de diciembre de 2015

NUESTRO MATRIMONIO

Me pasa seguido que mi esposo y yo recibimos estos comentarios sobre nuestro matrimonio que nos hacen sonreír. “Se ven tan felices”, “se portan como recién casados”, “no entenderían nuestros problemas porque su matrimonio es excelente”, “ustedes nunca discuten”


Sonreímos porque esto, que nos dicen, pero mas por que pocas personas conocen nuestra verdadera historia. Y todas las parejas tienen una, cuantas veces no ha querido divorciarse por lo menos  una vez de su esposo o esposa?, ¿Cuàntas veces ha pasado por una crisis matrimonial?
En algunos casos las parejas optan por terapias psicológicas o matrimoniales, asistir a la congragaciòn de parejas en la iglesia, escuchas consejos de otros matrimonios, con la finalidad de restaurar la paz matrimonial, al leer estas pautas nos ayuden a reflexionar de nuevo en ese momento de la vida, hay algunas cosas que sé que si yo ya las hubiera entendido plenamente cuando me casé, la crisis en la que nos encontrábamos se hubiese podido haber evitado. Aquí están cinco de ellas:
1. No existe un plan B .-  
 Cuando hice la promesa de amar a mi esposo de por vida, me comprometí a hacer que nuestro matrimonio funcionara sin importar la situación en que nos encontráramos.
Mi mentalidad era que iba a dejar mis opciones abiertas. Si estar casada no funcionaba o  no duraba o si el no me hacía feliz, yo quería estar segura de que tenía una salida u otra opción. Pero, en el matrimonio no hay un plan B. El tener un plan B y mantener abierta la puerta para escapar u otras posibilidades me privaban de comprometerme y dedicarme totalmente a mi esposo y a nuestro matrimonio.
2. El matrimonio no se trata de mi felicidad
Muchas parejas cometen este error. Lo escucho todo el tiempo. Yo escojì a  mi esposo y su deber es hacerme feliz. Eso es lo que hacen los esposos. Y si el no me hace feliz, entonces tendré que encontrar a alguien o algo que sí lo haga”.
La verdad es que el matrimonio se trata de mucho más que solo mi felicidad. Y el no tiene toda la responsabilidad de mi felicidad. La felicidad es subjetiva y relativa y, como mujer, mi definición de la felicidad cambia tanto que no hay manera de que el pudiera mantenerse al día con todas mis exigencias. El matrimonio es sobre el amor y el respeto mutuo.
3. La comunicación & silencio
Soy una persona extrovertida y mujer; por lo tanto, hablar de mis sentimientos es más que normal pero èl que no le es fácil comunicarse, le es tan extraño e incómodo para mí como pilotear un avión. Automáticamente, cuando algo me molesta o me hace enojar me aíslo y me quedo callada; aunque es el preciso instante en que èl me busca y pregunta qué te pasa?, dime te sucede algo ? y quiere buscar respuesta y la tìpica es que digamos NADA!
Algunos pacientes cuentan entre sus experiencias que es en este instante donde algunos llegan al punto en que reprimen tanto los sentimientos, que empiezan a buscar formas perjudiciales de canalizar su enojo, ira, insultos, golpes,depresión o lo que sea que me está molestando.
Otro factor por el que hemos pasado es el de sentirnos vìctimas; por ejemplo de lo que me he dado cuenta es que nadie me ama , nadie cuida de mí y nadie puede atenderme como mi esposo lo hace. Puedo estar segura de que el va a tratar mis inseguridades y emociones con delicadeza. Y si estoy molesto con el,  es la única persona que puede arreglarlo —entonces ¿por qué no hablar con el?
Las cosas no dichas de buena forma con un tono lineal sin daño sin groserías e improperios y sin sentimientos de ira y coraje llegan a la solución viable recuerden que el matrimonio debe ser como un trabajo del cual No te van a Despedir . . .NUNCA. . . .
En caso de estar muy enojados es preferible clamar al silencio y dejar pasar el enojo "El tiempo Lo cual Todo" es muy cierta esta frase deja que pase un tiempo unas horas, dias, y trata de pasar la página como si nada. .  . alli encontraras la soluciòn.
4. Ayudarlo a el me beneficia a mí
Siempre recomiendo el libro “Los 5 lenguajes del amor” a los que se van a casar o a los que ya están casados. Cambió la forma en que veía mi relación con mi esposo. Como es natural, tratamos de amar a los demás como queremos ser amados. . .pero si ese no es su lenguaje de amor, nuestros esfuerzos son en vano.
Aunque ayudar a mi esposo es algo que debo y tengo que hacer para tener un matrimonio feliz y saludable —me di cuenta de un fenómeno interesante. Cuando yo hago algo por el, realmente me beneficia a mí. No me malinterpreten, debemos servir no por lo que recibimos a cambio. Pero es muy bueno que nosotros recibamos algo a cambio cuando ayudamos a nuestros cónyuges. Me parece que cuando yo lo ayudo en sus trabajos  a èl lo hace feliz y verlo feliz me hace sentirme muy bien; el por su parte a veces ( lava los platos, por ejemplo) eso llena su “tanque de amor” hasta el punto en que quiere hacerlo muchas veces para quitarme esa responsabilidad y me ayuda; eso me hace feliz y el lo sabe por lo tanto le agrada mi felicidad. . . . Suena bien, ¿no?
5. Las diferencias no son un signo de disfunción
En cualquier relación —de trabajo, familiar, de amistad, etc.— van a haber diferencias, eso es normal y aceptable. Por alguna razón, muchos de nosotros ponemos al matrimonio en una categoría distinta, creemos que si nos peleamos o discutimos es porque debe haber algo mal en nuestro matrimonio. Inmediatamente saltamos a la conclusión de que nuestro matrimonio es disfuncional o está dañado de alguna manera. Y cuando pensamos que nuestro matrimonio es disfuncional, comenzamos a pensar en el plan B, dejamos de comunicarnos, y dejamos de intentar. Pero, el conflicto en el matrimonio es normal.
La forma en que elegimos enfrentar los malos ratos es lo que determina qué tan saludable o dañado está nuestro matrimonio. Me he dado cuenta que el ver las diferencias como algo normal me ha ayudado a no enfrascarse en alguna ofensa,  a pedir perdón mucho más rápido, y a trabajar duro para resolver las diferencias tan pronto como sucedan.
Como puedes adivinar por lo que expuse al principio y los comentarios que recibimos regularmente: mi esposo y yo; tenemos un matrimonio espectacular, Ahora. es mejor de lo que era; e incluso es mejor de lo que era el día que nos casamos; especialmente ahora que sé estas cinco cosas sobre el matrimonio que espero te ayuden a redescubrir la forma de arreglar o evitar caer en equivocaciones en el tuyo
Ha finalmente otro tips que me ha funcionado excelentemente es la imaginaciòn,lo llamo el efecto doping;  porque cuando mi amado esposo se enoja, cambia el tono, cambia su rostro . . .es allí donde lo veo y me repito porque me enamorè de èl cuáles eran esas cualidades y mientras el sigue yo estoy con los ojos de borrego a medio morir cuando ya pasó el efecto . . y estamos de a buenas pregunto y en que quedamos y la mayoría de las veces su respuesta es . . en nada mi amor era una tontería,. . . en todo caso sea feliz y asì harà feliz a su pareja. . . .


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